1.1 Espacio adecuado

Cynthia Villacrés

La educación virtual ha traído consigo varios retos, en especial en los ámbitos de educación y trabajo que se han visto drásticamente afectados teniendo que adaptarse a una modalidad virtual y a distancia. Esto involucra, una reestructuración del estilo de vida que hemos mantenido los últimos meses, antes de la pandemia, así como reorganizar nuestras actividades para garantizar la productividad que esperamos desde este nuevo enfoque.

De acuerdo a la publicación de la revista La Vanguardia de mayo de 2020, la pedagoga italiana Vea Vecchi indica que un factor determinante para el estudio es el lugar que destinamos para esta actividad, puesto que es un importante activador de aprendizaje (Vecchi, 2020); así, con la estimulación adecuada, un espacio fijo, limpio, bien iluminado, cómodo, organizado y sin distracciones visuales o auditivas; podemos garantizar una óptima recepción del conocimiento.

Unspash/ Alexandru Acea (2020). Escritorio minimalista

Sin embargo, no podemos ignorar que la situación actual ha tenido graves repercusiones en el ingreso económico de cada hogar, lo cual representa una preocupación adicional que incrementa la incertidumbre de esta nueva modalidad y posibles afectaciones psicógenas en la humanidad; pues es inevitable tener que habituarse a las más recientes necesidades que se han generado, como precisar de herramientas e instrumentos tecnológicos imperativos para garantizar la conectividad y comunicación virtual; así como equipar nuestro entorno con muebles adecuados (escritorios, sillas ergonómicas) destinando el área idónea para el estudio, como fue mencionado anteriormente.  Lo mismo que representa un gasto que no todos están en las capacidades de asumir, poniendo en riesgo un aprendizaje verdadero.